Empresarios curtidores de pieles en el Quindío cuyo mayor mercado era Venezuela reconocieron que desde hace dos años viven los perjuicios del conflicto entre Combia con el vecino país, que los ha obligado a bajar su producción al 30 por ciento y a desvinmcular unos mil trabajadores.
Diego Aristizabal propietario de una de las 18 empresas procesadora de Pieles en el sector de la María en Armenia, dijo que en su factoría tenía 60 trabajadores y ha despedido 20 por la crisis a la que se ha visto enfrentado.
Sin embargo señaló que con sus colegas ha tenido que abrir nuevos mercados hacia Perú y Ecuador.
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