Miles de millones de pesos se llevó de Armenia la pirámide DRFE.
Muchas personas del Quindío y Norte del Valle depositaron en ella su dinero, con la ambición de ganarse, en poco más de un mes, el doble de lo depositado.
Inicialmente la “comercializadora” se ubicó en los al rededores del Instituto de Bienestar Familiar, allí las colas eran interminables, la vida los residentes en el sector cambio, para mal.
Muchos hombres y mujeres de la policía, el ejército, el CTI , La fiscalía, los juzgados, los tribunales, la Cámara de Comercio, el gobierno, empresarios , el Inpec, vendedores ambulantes, amas de casa y ciudadanos del común sacaron sus ahorros, vendieron las motos, los carros, las viviendas y entregaron sus recursos en DRFE.
Esta empresa, se trasladó para un edificio frente a la glorieta del camello y allí siguió captando y pagando a muchos que no perdieron.
Conversé con la gente que hacia cola para entregar su dinero, feliz, porque se lo duplicarían al término de un mes, luego pregunté en la Cámara de Comercio por estos negocios y me dijeron que eran legales, pregunté por ellas a funcionarios de la fiscalía y del CT I y la respuesta fue la misma.
Todas las autoridades vieron largas colas, desórdenes, gente trasnochándose en las pirámides y no hicieron nada, dejaron que se desbordara el tema, que estafaran a los incautos y así sucedió.
Pedí en DRFE hablar con el gerente, la negativa fue rotunda, casi me sacan del pelo del lugar, con algunos argumentos a los que me tocó echar mano, logré entrar a la pirámide del camello y la conocí, 12 cajeros recibiendo millonarias sumas cada minuto, en medio de una atmósfera de misterio y clandestinidad me permitieron advertir desde hace 15 días, que esto sucedería y así pasó.
La responsabilidad es de quien entregó su plata, el gobierno no tiene porque pagar, pero las autoridades sí vieron y dejaron pasar el problema, indiferentes.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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